Me confieso, siento miedo
al despertar en nuestra cama
solo y ver que no está
al otro lado de la almohada.
Y que aveces siento tener
que mentirle al corazón
no sé decirle que no volverá
que se olvido de nosotros dos.
Ya ves, aún hablo en plural
no me acostumbre a esta soledad
sigo creyendo que regresará
y como un necio me engaño al pensar...
Que sigo durmiéndome en su boca
que sigo perdiéndome en su piel
que solo mis labios se le antojan
que aveces nos fundimos juntos en un solo ser.
Puede parecerte inmadurez
vivo en una absurda realidad
inexistente pues ella no está
para recoger mi abrazo.
Cuéntame qué puedo hacer
puedo ver en sus ojos que todo va bien
que no necesita mentir
pues su corazón no late por mí.
La tuve en mis brazos tantas veces
no quiero aceptar que la he perdido
siempre siento que estas son
las ultimas letras que la escribo
y me engaño al pensar...
Que sigo durmiéndome en su boca
que sigo perdiéndome en su piel
que solo mis labios se le antojan
que aveces nos fundimos juntos en un solo ser.
Pensando vivo que seguiré
siguiendo vivo pensaré
que sigo vivo en su interior
aunque esta sea mi única razón.
Que sigo...
Que sigo durmiéndome en su boca
que sigo perdiéndome en su piel.
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